Es uno de los parajes naturales más bonitos a orillas del Mediterráneo en la Costa Blanca. Las dunas están formadas por un conjunto de arenas móviles aportadas por el mar, formando un cordón dunar que cubre todo el frente litoral del municipio de norte a sur. En este espacio forestal de gran atractivo natural, con una extensión de 800 hectáreas, podrás dar un paseo al lado del mar y del Río Segura rodeado de pinos, palmeras, cipreses y eucaliptos.
Las Dunas de Guardamar albergan dos importantes yacimientos arqueológicos: la ciudad portuaria fenicia de La Fonteta (s. VIII–VI a. C.) y la Rábita Califal (s. X–XI d. C.), uno de los conjuntos históricos y religiosos más importante del Islam en España.
Están muy bien coservadas y limpias gracias que hace años se prohibió la acampada libre y el acceso a los coches, mejorando el camino a los viandantes y ciclistas. Se pueden recorrer en unas dos horas aproximadamente, zigzagueando de un lado a otro, desde el pueblo hasta el costado del puerto deportivo donde podrás ver la desembocadura del río Segura y el Faro de Guardamar.
